“El reloj del Cabildo daba las 12 al tiempo de terminar la votación. Aquella fue la última hora de la dominación española en el Río de la Plata. La campana que debía tocar más adelante las alarmas de la Revolución, resonaba en aquel momento lenta y pausada sobre la primera asamblea popular que inauguró la libertad y proclamó los derechos del hombre y de la patria el 22 de Mayo de 1810 es el día inicial de la Revolución Argentina”. Estas elocuentes palabras de Mitre, expresan las vivencias que inauguraron una nueva etapa en 1810, cuando durante la Revolución de Mayo se puso en juego el futuro de una colonia que deseaba crecer y desarrollarse como un pueblo independiente.
Y fue el 25 de Mayo, cuando un grupo de patriotas iluminaron el camino de la Independencia, cuando una supuesta lluviosa jornada los vecinos de Buenos Aires alumbraron la idea de sentirse libres e independientes, protagonistas y artífices de su propio destino. Aquel 25 de Mayo se constituyo el gobierno revolucionario y se inició una tradición política que ha sido y es la base histórica de nuestra nacionalidad.
Cuando un pueblo toma la iniciativa de encarar un proyecto que implicará una sustancial transformación, hacen falta fundamentalmente valor y decisión. Aquellos hombres de Mayo han tenido valor, decisión y coraje para embarcarse en la empresa que definiría nuestra historia. Hoy, quienes somos los legítimos representantes de nuestro pueblo, debemos reconfirmar esas acciones con el mismo valor, con la misma decisión y con el mismo coraje y trabajar día a día de cara al bienestar de todos los ciudadanos, en armonía, en construcción de consensos, con tolerancia pero también con convicción.
Queridos ciudadanos de mi provincia… ¡Viva la Patria!
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